viernes, 15 de julio de 2011

Querido tú, queridos vosotr@s, mis muy querid@s tod@s...


La gente piensa con frecuencia que la magia no se aprende más que en libros polvorientos, en apolillados tratados de encantamientos perdidos en el fondo de viejos armarios. Y eso no es así.
El mundo es mucho más astuto. La magia, la brujería, es un poco como la poesía: aparece por aquí, por allá, está junto a ti, pero no la ves.
Hay que buscar, rebuscar y observar. Es como una estrella en el cielo nocturno, como una gota de agua en la lluvia. Está aquí y está allá, junto a tí.
Un pedacito de bramante, no, algo más imperceptible, casi invisible, el final de un hilo, el hilo de un hada del que penden todos sus secretos.

Sujétalo, no lo sueltes.
Anda por aquí en algún lado.
Engánchate a él....


El Hada

4 comentarios:

V.Q. dijo...

Incluso nosotros sin querer, sin motivo y sin razón, podemos crear magia de la ilusión, fe y amor que aportamos a personas, que por algún motivo, aparecen en nuestras vidas y nos convertimos en la magia de las suyas, y ellas de las nuestras...

-- V.Q. --

V.Q. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
joaquín dijo...

La magia para mi eres tú.

ivimarya dijo...

Me gustan tanto estas palabras que es como un paseo por un lindo bosque encantado, has conseguido teletrasportarme y que me llegue tu magia.